Son 15 familias las que se benefician del proyecto de cultivos caseros que promueve la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI),...
Además de complementar la alimentación, la iniciativa ayuda a la economía de las comunidades aledañas al proyecto.
La construcción de infraestructura de transporte, a cargo de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), viene acompañada de proyectos productivos que llevan bienestar a las comunidades aledañas a los corredores viales y como parte de la estrategia de sostenibilidad social y ambiental de las obras.
Ese es el caso de las huertas comunitarias que están transformando la vida de 15 familias en las poblaciones vecinas a la vía Bogotá- Villavicencio, que administra la Concesión Vial Andina.
“Antes íbamos a la tienda a comprar el tomate, la cebolla, la zanahoria o la lechuga. Ahora tenemos estos alimentos a la mano, que además de complementar nuestra alimentación, son de gran ayuda para nuestra economía”, aseguró Nelcy Guevara Acosta, beneficiaría de la huerta comunitaria de la vereda Buenavista.
Las huertas, que se han desarrollado en las veredas Buenavista, Servitá, Quebrada Colorada, Buenos Aires y El Carmen, del Corregimiento 2, zona rural de la capital de Meta, contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida y el entorno de esta comunidad.
“Las huertas nos ayudan a las mujeres a alimentar a nuestras familias, a nuestros hijos, nuestros nietos. También benefician a la comunidad, incluso para ayudar a los que no tienen”, expresó Insolina Pinto Gómez.
El Vicepresidente de Planeación, Riesgos y Entorno de la ANI, Diego Morales, destacó el aporte social de esta iniciativa, que beneficia tanto a adultos, niños como a personas de la tercera edad en su alimentación diaria.
“Nos satisface llevar beneficios a las comunidades aledañas a los proyectos concesionados por la Agencia Nacional de Infraestructura. Además de construir carreteras que agilicen la movilidad en el país, conectamos a los colombianos, generando beneficios para las comunidades”, aseguró Morales.
Además de recibir el asesoramiento de agrónomos, las comunidades también reciben abonos y semillas entre otros materiales para el mantenimiento de los cultivos.
“Nos han ayudado muchísimo con insumos, semillas, polisombra, entre otros materiales. Estamos muy agradecidos”, afirmó Insolina Pinto Gómez.
Este apoyo se ha seguido prestando a las comunidades aledañas al corredor vial en desarrollo del aislamiento preventivo obligatorio decretado por el Gobierno Nacional para prevenir el COVID-19.
Así mismo, este importante corredor vial ha mantenido su operación y mantenimiento durante la contingencia con estrictos protocolos de bioseguridad, garantizando el transporte de carga y de vehículos exceptuados por las autoridades.
El proyecto Chirajara-Fundadores, en la vía Bogotá- Villavicencio, que contempla la construcción de 24, 6 kilómetros de segunda calzada, seis túneles, 21 puentes y siete puentes peatonales, en la actualidad tiene un avance del 70%
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