* Carlos Gallón La Navidad, conmemoración del nacimiento de Jesús, hecho ocurrido hace cerca de dos mil años, que además de dar origen...
* Carlos Gallón
La Navidad, conmemoración del nacimiento de Jesús, hecho ocurrido hace cerca de dos mil años, que además de dar origen al Cristianismo inauguró una nueva etapa en la historia de la Humanidad, es concebida y celebrada en el mundo de muy diversas maneras, o es objeto de indiferencia.
En Villavicencio, quisimos conocer al respecto la versión de cinco personas:
Luis Eduardo Bobadilla, economista pensionado de la tercera edad dedicado a la industria heráldica, la celebra de una forma muy tradicional. Con su esposa, hijos y nietos elaboran el pesebre y el árbol de navidad, rezan la novena, ubican los regalos en éste y además de cenar
saludan a los vecinos.
Pero anota que la Navidad da ocasión al consumismo, que altera los valores y hace que la gente le ponga más atención al celular o a la ropa costosa que al mensaje del recién nacido. Y lamenta que en la fecha se escuchen opiniones de odio contra la paz que se busca en Colombia, con afirmaciones como que la plata de los pensionados va para la desmovilizada guerrilla de las Farc , lo que no contribuye a dicho anhelo.
Lizbeth Cala Martín, madre separada de tres hijos de tres, nueve y dos años de edad, contadora pública y asesora comercial de un almacén de motos y accesorios, también es católica y por lo tanto hace el pesebre y el arbolito, reza la novena y prepara la cena, considerando que así tiene una oportunidad excelente para inculcar los valores cristianos a sus hijos. Y comparte con amigos y vecinos.
Sin embargo, es escéptica en cuanto a que la Navidad sirva para el mejoramiento de la sociedad, pues afirma que “pese a la celebración, mucha gente sigue dedicada en esta época a la delincuencia. En estos días se rebotan los ladrones, hay hechos violentos y se presenta el peligro del licor adulterado”.
Para Any Gualteros, madre soltera de un muchacho de veintidós años y una niña de diez y abuela desde hace dos meses, que trabaja como vendedora estacionaria en la plaza Los Libertadores, la fecha no es muy halagüeña, pues considera que esta temporada navideña no es más que un evento comercial.
”Yo no hago pesebre ni rezo novena, no me queda tiempo, ya que mi jornada laboral es hasta la noche. Aunque sí veo una oportunidad para inculcarle los valores a mi niña”, dice.
Y lamenta que “el niño Dios del que siempre se
ha hablado no sea igual para todos los pequeños sino de acuerdo con la capacidad económica que tengan los papás”. También, que la Navidad no le sirva a mucha gente que se dedicó fue a delinquir en una sociedad caracterizada por las injusticias sociales”.
Jorge Augusto Ramos Minota es defensor de derechos humanos, particularmente de las comunidades negras e indígenas, Y como no creyente, lamenta que la fecha no haya servido para hacer efectivos esos derechos y dar cumplimiento a convenios como el 169 con la Organización Internacional del Trabajo, OIT.
Mientras espera que eso ocurra, celebra la Navidad en familia en Cali y Buenaventura, adonde viaja el 20 de diciembre para retornar el 6 de enero. “Allí me reencuentro con familiares y amigos, y es muy placentero compartir con mis hermanos y unas tías abuelas católicas”, anota.
Pero señala que “por encima de todo esperaría que se hiciera realidad ese mensaje que se oye tanto por estos días de que el regocijo de la Navidad ayude a consolidar una paz estable y duradera”.
La última versión que conocimos fue la de Karen Tatiana Rojas Santacruz, de 19 años de edad, quien forma parte de una familia conformada por padre, madre y un hermano de 25 años, y va para cuarto semestre de psicología.
Ella pertenece a una congregación evangélica en donde la Navidad no tiene mayor trascendencia, aunque sí recuerdan el nacimiento de Jesús. “Ese día cenamos en familia, no bailamos pero escuchamos música cristiana y, como todos los días, oímos “rhema”, un mensaje que nos transmite Dios en un momento dado comunicado a una persona en particular de una manera peculiar”, indica.
Y al igual que otras opiniones, Karen no es optimista en cuanto a que la Navidad ayude a superar la descomposición social. “Más que algo que contribuya a la unidad familiar, la Navidad es una fecha comercial para exhibir artículos en las vitrinas, y lastimosamente muchísimas personas no celebran adecuadamente”.
*Comunicador Social - Periodista
Universidad de la Sabana
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