La fábrica de ropa Sandia Brand se ha sumado a las muchas personas y empresas que durante la crisis por el Covid 19, aportan de mane...
La fábrica de ropa Sandia Brand se ha
sumado a las muchas personas y empresas que durante la crisis por el Covid
19, aportan de manera desinteresada para ayudar a los más necesitados.
Es un
negocio familiar, en el que diseñan ropa para hombres, adultos y niños. Desde
el inicio del aislamiento obligatorio en todo el país, su línea de producción ha
sufrido algunos cambios, con la intención de diseñar y elaborar tapabocas.
La empresa le pertenece a Diana Corzo, una diseñadora de modas llanera, que
ubicó su taller hace más de año y medio en el sector de la Cuncia, en
Villavicencio.
Desde que iniciaron haciendo tapabocas, Erika Rojas, una
digitadora de la Cámara de Comercio y hermana del esposo de Diana, se
convirtió en voluntaria, trabajando largas jornadas para cumplir los pedidos,
que por estos días abundan.
Todos los tapabocas que han elaborado, unos 500, han sido donados a
personas de la tercera edad de los barrios Las Mercedes, Guayuriba, La Unión
y Las Brisas, todos del sector de la Cuncia. Los elementos de protección son
elaborados con tela quirúrgica de tipo industrial y antifluido, son lavables y
tienen diseños coloridos.
Cuando el aislamiento por el Covid 19
termine, la empresa abrirá su primer punto
de venta en el barrio El Buque de
Villavicencio, vendiendo sus productos más
reconocidos, las camisas para hombres y
niños, aunque, con el éxito de sus tapabocas,
es probable que mantengan una línea de
estos elementos.
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